DIABETES MELLITUS II
Es un grupo muy heterogéneo en el que existen grados variables de resistencia a la insulina, alteraciones en la secreción de la misma y aumento en la producción de glucosa.
Causas:
La insulina es una hormona producida en el páncreas por células especiales, llamadas beta. El páncreas está por debajo y detrás del estómago. La insulina es necesaria para mover el azúcar en la sangre (glucosa) hasta las células. Dentro de las células, esta se almacena y se utiliza posteriormente como fuente de energía.
Cuando usted tiene diabetes tipo 2, los adipocitos, los hepatocitos y las células musculares no responden de manera correcta a dicha insulina. Esto se denomina resistencia a la insulina. Como resultado de esto, el azúcar de la sangre no entra en estas células con el fin de ser almacenado como fuente de energía.
Cuando el azúcar no puede entrar en las células, se acumula un nivel alto de este en la sangre, lo cual se denomina hiperglucemia. El cuerpo es incapaz de usar la glucosa como energía. Esto lleva a los síntomas de la diabetes tipo 2.
Por lo general, la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente con el tiempo. La mayoría de las personas con esta enfermedad tienen sobrepeso o son obesas en el momento del diagnóstico. El aumento de la grasa le dificulta al cuerpo el uso de la insulina de la manera correcta.
La diabetes tipo 2 puede presentarse también en personas delgadas. Esto es más común en los adultos mayores.
Los antecedentes familiares y los genes juegan un papel importante en la diabetes tipo 2. Un bajo nivel de actividad, una dieta deficiente y el peso corporal excesivo alrededor de la cintura aumentan el riesgo de que se presente esta enfermedad.
Síntomas:
Las personas con diabetes tipo 2 generalmente no presentan síntoma alguno al principio y es posible que no tengan síntomas durante muchos años.
Los síntomas iniciales de la diabetes causada por un alto nivel de azúcar en la sangre pueden incluir:
Infección en la vejiga, el riñón, la piel u otras infecciones que son más frecuentes o sanan lentamente
Fatiga
Hambre
Aumento de la sed
Aumento de la micción
Visión borrosa
Después de muchos años, la diabetes puede llevar a serios problemas de salud, si esta no sigue un tratamiento adecuado.
Pruebas y exámenes:
El médico puede sospechar que usted tiene diabetes si su nivel de azúcar en la sangre es superior a 200 miligramos por decilitro (mg/dl) u 11.1 mmol/l. Para confirmar el diagnóstico, se deben hacer uno o más de los siguientes exámenes.
Nivel de glucemia en ayunas. Se diagnostica diabetes si el resultado es mayor a 126 mg/dl (7.0 mmol/l) en dos momentos diferentes.
Examen de hemoglobina A1c. Se diagnostica diabetes si el resultado del examen es 6.5% o superior.
Prueba de tolerancia a la glucosa oral. Se diagnostica diabetes si el nivel de glucosa es superior a 200 mg/dl (11.1 mmol/l) 2 horas después de ingerir una bebida azucarada especial.
Las pruebas de detección para diabetes se recomiendan para:
-Niños con sobrepeso que tengan otros factores de riesgo para diabetes, a partir de los 10 años y después cada 2 años.
-Adultos con sobrepeso (IMC de 25 o superior) que tengan otros factores de riesgo.
-Adultos a partir de los 45 años cada 3 años o a una edad menor si la persona tiene factores de riesgo.
-Si a usted le han diagnosticado diabetes tipo 2, debe trabajar de la mano con su médico. Visite a su médico tan frecuentemente como le indiquen. Esto puede ser cada 3 meses.
Los siguientes exámenes y pruebas ayudarán a que usted y su médico vigilen su diabetes y prevengan problemas:
-Revisar si sus pies se están entumeciendo (neuropatía diabética).
-Hacerse revisar la presión arterial al menos cada año (la presión arterial ideal debe ser de 140/80 mm Hg o más baja).
Hacerse revisar los niveles de la hemoglobina glicosilada A1c cada 6 meses si la diabetes está bien controlada. De lo contrario, cada 3 meses.
-Hacerse revisar los niveles de colesterol y triglicéridos una vez al año.
-Hacerse exámenes anuales para verificar que los riñones estén funcionando bien (microalbuminuria y creatinina en suero).
-Visitar al oftalmólogo al menos una vez al año o con mayor frecuencia si tiene signos de retinopatía diabética.
-Visitar al odontólogo cada 6 meses para una limpieza y examen dental completos. Asegúrese de que el odontólogo y el higienista sepan que usted padece diabetes.
Excelente esta información que transmiten por este medio donde muchos de nosotros no estamos bien informados de esta enfermedad que nos puede tocar. Este articulo nos permite prevenir y prever realizando la consulta con el medico. Mil felicidades por esta iniciativa.
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